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Pensamientos sin sentido de una chica como yo

Un instante, solo un pequeño instante, aquel instante permanecerá en nuestras memorias, hasta las más vagas. Cuando divagan nuestras mentes se produce aquel momento en que los pensamientos vuelan y conectan. Pocos tiempos, como aquellos longevos días nocturnos, dedicados al pensamiento. Puede ser acerca de la vida, aquel ciclo establecido a seguir: la rutina de la vida mortal. Hubo un significante instante, solo uno bastaría para establecer un orden de vida. Fruto de una idea, una idea tergiversada, moldeada al gusto humano. Obligados por la presión a obedecerla, a aferrarse a esta con tal ímpetu que sentimos desfallecer. Todo conlleva a un termino: la presión, esta es la que nos "impulsa" a hacer cosas que no necesariamente deseamos pero que sin embargo necesitamos. ¿Necesitar? ¿según quién? Para tal vez encajar en una sociedad, la cuál es creada por comodidades, sin las que nos es difícil coexistir, admitamos lo o no. Al final del día esa es la realidad de nuestra sociedad presente, de la cuál somos forzados a ser parte. Persistir en estos tiempos puede ser dificultoso, pero hacemos lo que podemos ¿cierto? Desde tiempos bíblicos se nos impone un estilo de vida específico, particular a cada ser humano. Conforme la tierra a girado, nuestros conceptos del estilo de vida han cambiado. No obstante, es decepcionante que no hayamos evolucionado en el sentido de la imposición de estereotipos de vida humana. Cada día, hora, minuto y segundo más personas se rebelan contra la sociedad, actualmente destacan casos recurrentes de adolescentes, los cuáles tienden a sufrir en mayores proporciones ¿injusto?¿o justificado? Una pregunta sin respuesta, echada al aire con el viento oscilante que transmitiría un mensaje. ¿Cuándo seremos verdaderamente libres? en todo los sentidos existentes de la palabra, ya que este peso que se lleva cargando cotidianamente, se nos ha hecho costumbre. Saturados con nuestros problemas todo el tiempo, hemos construido una fachada que tiene el propósito de ocultar nuestro verdadero yo. Todos tenemos secretos, algunos que son imposibles de contar o transmitir y aquellos que son forzados a no salir a la luz pero que eventualmente saldrán a la superficie. A través de la negación nos ocultamos, siendo conscientes que un día nos dañará por habernos aferrado a una mentira. ¿No es curioso que esta sociedad de "bienestar" genere tantas enfermedades del alma?

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